lunes, 6 de febrero de 2012

Un mundo sin miedo (2)

Capítulo 2 
Revelando un gran secreto

Todo era muy extraño, lo último que recordaba era ver un coche cuando cruzaba la calle, pero sin saber ni como ni cuando, ahora me encontraba en un extraño lugar en el que jamás había estado. la verdad es que no sabría describirlo con exactitud, no había ni paredes ni techo, y a veces parecía que no había ni suelo, si tuvieses que definir este lugar con una palabra, esta sería: nada, aquello parecía el autentico vacio.
Estaba desesperada, creí que me iba a quedar allí para siempre yo sola, lejos de mi casa, de mis amigos, de mi vida..., pero entonces, como salida de la nada, apareció ella a pleno galope.
Era una magnifica estampa el verla galopando con aquel hermoso animal, pero de todas formas, fuese o no un sueño, no pensaba irme de allí sin obtener respuesta alguna.
Se bajó del caballo y se acercó a mi, llevando siempre al animal a su lado. Estaba deseando tenerla frente a mi, para así poder empezar a soltarle tantas preguntas como pudiese. La verdad es que se me quitaron todas las ganas de decirle nada, pues, cuando estuvo frente a mi, soltó las riendas del animal y me saludó quitandose el sombrero, el trato que me estaba dando era como si fuese un privilegio el poder verme y saludarme, la verdad es que me quedé bastante sorprendida. Hubo un largo silencio, un silencio que no pareció llegar a si fin hasta que ella lo cortó diciendo la primera palabra:
           - Se que tienes muchas preguntas para hacerme, pero tranquila, tenemos todo el tiemo del mundo para contestarlas, pero te veo nerviosa, dime, ¿que te inquieta?
Su voz, suave y armoniosa, era como una dulce melodía capaz de amansar a la más temible de las fieras. Pero a pesar de todo, me extraño que me hiciese esa pregunta, pues no sabía ni donde estaba ni que estaba pasando allí,sin olvidarnos que estaba hablando con una chica que solamente había visto una vez en sueños, así que decidí ocultarle un poco la verdad:
            -Pues la verdad es que no se donde estoy, ni se lo que ha pasado, solo recuerdo haber visto un coche al cruzar la calle y después... nada.
            - Si, es normal que esteas confusa, has recibido un buen golpe, pero tranquila no hay nada de lo que debas procuparte.
            - ¿Pero qué es lo que ha pasado?-yo ya empezaba ha ponerme nerviosa,quería saber que había ocurrido.
            - Cuando cruzabas la calle te ha atropellado un coche, el conductor iba bastante borracho y perdió el control, ahora mismo estás en un hospital, pero tranquila, no te ha pasado nada, te recuperarás muy pronto.
La verdad es que tiene sentido, pero aunque no sea una experta, se distinguir un hospital, y estaba segura de que aquello no lo era. Eran demasiadas preguntas y muy pocas respuestas, me estaba haciendo un lío, pero todo a su tiempo, ella misma lo ha dicho, tengo todo el tiempo del mundo.
             -¿Y se puede saber donde me encuentro?¿que sitio es este?
             - ¿De verdad que no lo conoces? Este sitio que tanto te sorprende, es el mismo lugar en el que sueñas cada noche, aquí es donde reproduces cada uno de los sueños que crea tu mente.Dime, ¿qué más dudas tienes?
             -¿Quien eres tú?¿Por qué apareces en mis sueños?-Se mantuvo un rato el silencio, ella esbozo una sonrisa, cómo si lo que le hubiese preguntado le pareciese algo evidente.
              - Yo soy aquella que ha sido enviada por la que guarda la noche y la oscuridad para propagar su mensaje por la tierra, soy aquella a la que han enviado para extinguir el mal de la noche y de la oscuridad, pero en el fondo solo soy sirvienta de aquella a quien le he entregado mis sueños, mi vida y todo mi ser.
               -¿Cómo? No te entiendo, ¿qué eres? ¿y quien es esa persona de la que hablas?-Cuantas más respuestas obtenía, más eran las preguntas que se volvían a plantear-.
                - Lo siento, no puedo decirtelo, se nos agota el tiempo, debo irme.
                -¡No!, espera, todavía no se como te llamas, y tampoco se cómo contactar contigo.
                - Estate tranquila, cuando llegue el momento volveremos a encontrarnos., y ahora.... despierta.
En ese mismo instante abrí los ojos y me vi en una habitación, era cierto, estaba en un hospital.No podía creer lo que acababa de ocurrir, parecía tan  real... A pesar de intentar comprender las cosas, el cuerpo me dolía demasiado como para pensar en nada, no tenía nada roto, pero testaba llena de magulladuras.
Pero de todas formas tenía algo muy claro, y es que  despues de lo ocurrido, nada volvería a ser lo mismo.

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